Un espacio bien organizado, además de cumplir con principios
de ergonomía y antropometría este debe tener coherencia entre las actividades
que se realizaran en el mismo y las delimitaciones que tendrá.
La forma sigue a la función (en inglés, form follows
function), es un principio de diseño funcionalista asociado a la arquitectura y
diseño moderno del siglo XX. El principio es que la forma de un edificio u
objeto debiera estar basada primordialmente en su función o finalidad. También
es una frase célebre pronunciada por el arquitecto proto-moderno Louis
Sullivan, cuya influencia en la arquitectura moderna fue considerable.
Y claramente reside más importancia en la función que el
proyecto a diseñar cumplirá, ¿Por qué?
Pues al tener una función determinada al espacio tendremos
casi de manera inmediata un estimado del espacio que utilizaremos para que la
misma se desarrolle de manera plena de igual forma podemos tener un estimado
del mobiliario.
Al tener la función clara, la forma que se le dará tendrá mas
claridad y en la misma se aprovechara de mejor forma cada espacio que se
contenga.
Experiencia con la forma y función
En las exploraciones que realice se volvió un poco
complicado a la hora de llevar algo por completo a la racionalidad y que este cumplirá
una función establecida
Pero poco a poco se fueron haciendo los diagramas de interacción
entre actividades que son una herramienta muy importante a la hora de llevar de
función a forma, ya que estos diagramas te brindan una conexión coherente, y
ayudan a crear accesos, la manera que se debe circular. Posteriormente pensé en
una forma y al tener establecida esta forma hice como un montaje del diagrama
que ya había establecido, claramente facilito el trabajo en la distribución,
posteriormente se realizó el diseño del mobiliario el cual se debía adaptar a
la forma que teníamos.
Claramente la diagramación es una herramienta excepcional en
el diseño arquitectónico.
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